viernes, 25 de marzo de 2016

Tipos de cuenco (IV): Manipuri


Su nombre hace referencia al estado de Manipur en el nordeste de la India, de donde probablemente sean originarios. Los cuencos manipuri son los de menor altura de toda la familia de cuencos cantores. Con su peculiar forma de plato, ya sean más gruesos o más finos, sencillos o profusamente ornamentados... todos ellos se caracterizan por sus bajas paredes y la amplia apertura del borde, en contraste con su pequeña base redondeada. El labio puede ser sencillo o adornado con símbolos, especialmente en los cuencos más gruesos. El borde externo está decorado frecuentemente con varias líneas grabadas formando una suerte de collar a su alrededor. El diámetro de la mayor parte de estos cuencos ronda aproximadamente los 15 centímetros o menos, y su sonido es capaz de alcanzar octavas más altas. Las piezas de mayor peso y tamaño, que eran bastante comunes en la década de los 80, son ahora bastante difíciles de encontrar, desgraciadamente. La edad mínima de los más longevos es de un siglo de antigüedad, y el hecho de que sean tan hermosos y relativamente baratos hace que sean elegidos a menudo como primera opción a la hora de adquirir el primer cuenco.     



Algunos manipuri antiguos presentan una amplia ornamentación, tanto en el interior como en el exterior, consistente en franjas de cuentas de rosario (mala) o motivos solares (puntos perforados en el interior de un círculo) y líneas grabadas justo por debajo del borde. La mayor parte muestran además círculos concéntricos expandiéndose desde el mismo centro de la base interior del cuenco, aunque a menudo estén borrosos y apenas sean visibles debido al deterioro. A veces las paredes externas están decoradas con símbolos geométricos sagrados, o bien secuencias de tajos infligidos con fines rituales o de reajuste (dado que es posible alterar el tono de un cuenco mediante la extracción de metal). Las inscripciones, sin embargo, son menos frecuentes. Merecen una atención especial los denominados manipuri "estelares", los cuales se caracterizan por lucir, además, una estrella de cinco puntas en el mismo centro de la base interna del cuenco. Toda esta misteriosa simbología cósmica añade un valor esotérico, chamánico e incluso místico a su rutilante sonido. 



Algunos de estos cuencos parecen haber sido hechos a partir de una aleación de bronce más ligera, brillante y dorada que la de los restantes tipos de cuenco. Muchos de ellos habrán servido un propósito exclusivamente doméstico o funcional durante su existencia, y el uso regular de productos de limpieza abrasivos justifique probablemente su típico aspecto. Sin embargo, gracias a su diversidad de marcas se encuentran entre los cuencos cantores más interesantes de todos. La mayor parte de los manipuri son fáciles de tocar. Suelen percutirse, excepcionalmente, en la cara interna del borde, y debido a que sus bases hacen que las piezas más pequeñas y ligeras roten en la palma de la mano, se recomienda batirlas sosteniéndolas sobre las puntas de los dedos de una mano. Aunque algunos de estos cuencos pueden emitir el "efecto delfín" al verter agua sobre ellos, raras veces  vibran lo suficiente como para conseguir el "efecto fuente". En terapia vibracional suelen colocarse especialmente encima de las manos o del pecho del paciente, de ahí que también sean conocidos como "cuencos del corazón".    



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