martes, 22 de marzo de 2016

Tipos de cuenco (II): Jambati


Pertenecientes a la antigua escuela de fundición bengalí, los cuencos jambati se encuentran entre los más grandes y pesados de toda la familia de cuencos cantores, si bien también pueden presentarse en tamaños algo más reducidos y ligeros. Se caracterizan por sus altas y elegantemente curvadas paredes, una pequeña base plana y unos labios más o menos gruesos, en ocasiones, plegados hacia el interior. Los elementos decorativos suelen ser mínimos, reducidos normalmente a algunas franjas grabadas por debajo del borde externo del cuenco a modo de collar, o bien varios círculos concéntricos expandiéndose desde el mismo centro de su base en el interior. Sí que es frecuente encontrar, como consecuencia del proceso de forjado, algunas marcas de martillo, sobre todo en la cara externa del cuenco. Dichas marcas, no obstante, realzan aún más su atractivo, siendo por lo general más pequeñas en los cuencos de mayor calidad, los cuales pueden llegar a exhibir también inscripciones grabadas en forma de mantra, nombre o alguna dedicación.



Originarios de la región más oriental del Tíbet, se estima que la mayor parte de los cuencos jambati antiguos que existen hoy día se remontan a los siglos XIX, XVIII e incluso XVII en algunos casos. El buen estado de conservación en el que se suelen encontrar estos cuencos, fruto de un cuidado especial, unido al elevado coste de su fabricación, evidencian por tanto un propósito original bastante elevado de carácter ceremonial, ritual o incluso musical, por más que algunos de ellos, los de mayor tamaño, pudieran haber sido utilizados también durante gran parte de su existencia para, simplemente, almacenar granos de cereal. 


Los cuencos jambati son capaces de producir tonos extraordinariamente graves y expansivos, de gran duración en el tiempo. Su nota fundamental suele oscilar entre la segunda y la cuarta octava, tanto si se percute con una maza acolchada como si se bate con una baqueta forrada con piel. Su sonido, por supuesto, es maravillosamente rico en armónicos. Muchos de estos cuencos, especialmente los más grandes y de sonido grave, pueden llegar a generar además con su potente vibración hermosos patrones cimáticos e incluso espectaculares fuentes cuando son batidos con algo de agua en su interior. También conocidos como cuencos de la Tara Blanca, los jambati poseen la habilidad de alterar y expandir nuestra consciencia, y son utilizados comúnmente para equilibrar los chakras y crear espacios de armonía en donde pueda revelarse el Ser y darse, así, la Sanación.

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