sábado, 27 de diciembre de 2014

La música es la esencia de todos los que aman...

 
Se ha dicho que las melodías que encantan nuestros oídos 
Tienen su origen en las esferas celestes;
Mas la Fe, que trasciende los límites de la especulación,
Puede ver aquello que a todo sonido tintineante dulcifica.

Nosotros, que somos parte de Adán, escuchamos con él  
La canción de los ángeles y serafines.
Nuestra memoria, aunque triste y apagada, retiene
Algún eco todavía de aquellos acordes divinos.

Oh, la música es la esencia de todos los que aman,
La música eleva el alma a los reinos celestiales.
Las cenizas resplandecen, los fuegos latentes son avivados:
Escuchamos y nos alimentamos de alegría y paz. (Yalal ad-Din Muhammad Rumi, 1207-1273)


'Tis said, the pipe and lute that charm our ears 
Derive their melody from rolling spheres; 
But Faith, o'erpassing speculation's bound, 
Can see what sweetens every jangled sound. 

We, who are parts of Adam, heard with him 
The song of angels and of seraphim. 
Our memory, though dull and sad, retains 
Some echo still of those unearthly strains. 

Oh, music is the meat of all who love, 
Music uplifts the soul to realms above. 
The ashes glow, the latent fires increase: 
                       We listen and are fed with joy and peace. (traducción de R. A. Nicholson

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