Existen dos formas de
contemplación de Brahman: con sonido y en silencio. Mediante el sonido llegamos
al silencio. El sonido de Brahman es OM. Con OM llegamos al final, al silencio
de Brahman. El final es inmortalidad, unión y paz.
Al igual que una araña
alcanza la libertad del espacio por su propia tela, el hombre de concentración
alcanza la libertad por medio de OM.
El sonido de Brahman es OM. Al final del
OM hay silencio. Es un silencio gozoso. Es el final del viaje donde el temor y
el pesar no tienen cabida: estable, inmóvil, no decae, es sempiterno, es
inmortal. Lo llaman el Vishnu omnipresente.
A fin de alcanzar lo más alto,
observa el sonido y el silencio de Brahman en adoración. Pues se ha dicho: Dios
es sonido y silencio. Su nombre es OM. Busca, pues, alcanzar la contemplación,
la contemplación silenciosa en Él.
Maitri Upanishad (VI, 22-23)
Según las ancestrales escrituras védicas, el universo en todas sus manifestaciones está compuesto por vibraciones en distintos grados de densidad o materialización. El vocablo sánscrito "nada" (नाद) deriva de la raíz "nad" (la cual significa "fluir"), y podría traducirse como "sonido" o "vibración primordial", aquélla mediante la cual se manifestó por primera vez lo Absoluto y a partir de la cual emanó toda la Creación, siendo también conocida esta energía sonora como el mantra más sagrado de todas las religiones dhármicas, el "Om". Según la visión cosmogónica de la India védica, por tanto, el mundo fue creado a partir de ese sonido primigenio o "nada" como una proyección del mismo.
Por otro lado, Brahman (ब्रह्मन्) o Brahma (no confundir con el dios de la Tri-murti) significa "expansión" en sánscrito y refiere a la divinidad absoluta e impersonal del hinduismo, lo Eterno sin límites, la Esencia inmanente que subyace a todo el universo y sus innumerables manifestaciones fenoménicas, aquello que todo lo permea y todo lo trasciende como causa demiúrgica del cosmos. Todas las divinidades veneradas en el hinduismo no serían, por tanto, sino rostros diferentes de una misma Realidad Suprema, mientras que el mantra Om no sería sino la expresión directa de ese Alma universal, invisible e inmutable que existe más allá del mundo cambiante de las apariencias y de donde nacen todas las cosas.
De esta forma, Nada Brahman hace referencia a uno de los principios fundamentales de la terapia de sonido: el universo (y, por extensión, Dios) es sonido, o lo que es lo mismo, todo está en un estado de vibración... idea que algunos científicos como el físico teórico estadounidense Michio Kaku (1947-), autor de varios libros sobre Teoría Cuántica de Campos y Teoría de Cuerdas, parecen validar en la actualidad con aseveraciones como la que se incluye a continuación:
So the subatomic particles we see in nature, the quartz, the electrons are nothing but musical notes on a tiny vibrating string.
What is physics? Physics is nothing but the laws of harmony that you
can write on vibrating strings. What is chemistry? Chemistry is
nothing but the melodies you can play on interacting vibrating strings. What is the universe? The universe is a symphony of vibrating strings.
And then what is the mind of God that Albert Einstein eloquently wrote
about for the last 30 years of his life? We now, for the first time in
history have a candidate for the mind of God. It is, cosmic music
resonating through 11 dimensional hyperspace.
So first of all, we are nothing but melodies. We are nothing but cosmic
music played out on vibrating strings and membranes. Obeying the laws
of physics, which is nothing but the laws of harmony of vibrating
strings.
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